Hoy más que nunca he visto como todo pasa,

Frente a mis ojos todo y nada pasa.

Veo como la gente pasa, el tiempo pasa, y nada pasa.

Como esos manjares ambiguos, como un espumoso vino seco,

Como los colores de uno de los cielos más oscuros,

Como un arcoíris indeciso.

 

Veo como el cielo pasa frente a la lujuria,

Y se ríe de la locura cuando pasa,

Como un sueño que nunca pasa,

Como la vida agonizando en dos números

Como el oxigeno ausentado,

Como el hipócrita saluda al que pasa,

Y a diario vemos como esto pasa.

El amor es un ladrón, siempre pasa.

Tengo todo y nada tengo por qué todo pasa

 

Y sonríe aquel arbusto al ver que pasa,

Te han pasado por encima y nada pasa,

Y estas solo y encerrado y todo pasa,

Me arrepiento de estos tiempos… ¡nunca pasan!

Sientes frio en el infierno, todo pasa.

Como un silencio escandaloso, y una suave lanza en el pecho,

Como los ojos observando las fibras cuando pasan.

Ser un poeta errante, solo y muerto… siempre pasa.

 

Luego pienso en un porqué, y todo pasa.

No entiendo el juego, luego vuelve y pasa,

Ya no siento porque todo y nada pasa

Y que duele esta migraña, nunca pasa.

Que viniera un cuervo negro a ver qué pasa,

Que se lleve esta alma inquieta y ver qué pasa,

Y que embalsamen este cuerpo… nada pasa.

 

Frente a estos ojos cansados… todo y nada pasa…