Las lenguas nativas de Colombia constituyen parte integrante del patrimonio cultural inmaterial de los pueblos que las hablan y demandan, por lo tanto, una atención particular del Estado y de los poderes públicos para su protección y fortalecimiento. La pluralidad y variedad de lenguas es una expresión destacada de la diversidad cultural y étnica de Colombia, como lo establece la Ley 1381 de 2010.
En Colombia se hablan 70 lenguas: el castellano y 69 lenguas maternas. Entre ellas, 65 son lenguas indígenas, 2 lenguas criollas (palenquero de San Basilio y la de las islas de San Andrés y Providencia – creole), la Romaní o Romaníes del pueblo Room – Gitano y la lengua de señas colombiana. Además de las variaciones regionales como el costeño, el paisa, el pastuso, el rolo, etc.
Para los pueblos indígenas y sus más de 400 mil hablantes en 30 de los 32 departamentos de Colombia, la lengua materna es más que un instrumento para la comunicación; la lengua estructura el pensamiento, crea vínculos, articula relaciones sociales y con el cosmos, transmite la esencia, tradición y sabiduría de generación en generación. La lengua crea, aconseja, acompaña, transforma, sana.
Un ejemplo de estos esfuerzos es el Subacubun, la lengua originaria de Suba
Esta celebración, muy importante para los pueblos indígenas, pues es una oportunidad para reiterar al gobierno nacional y a los gobiernos del mundo su responsabilidad de garantizar la vigencia y permanencia de las lenguas maternas. Desde la autonomía y la educación propia, las comunidades buscan conservar las más de 65 lenguas indígenas que perviven en Colombia, ya que ellas son pilares fundamentales para la salvaguarda de la cultura y la pervivencia de los pueblos indígenas, especialmente los más de 60 pueblos que hoy se encuentran en riesgo de exterminio, tanto física como culturalmente.
Uno de los casos más emblemáticos de pérdida lingüística en Colombia es el del pueblo Muisca, cuya lengua, Muisccubun, fue declarada extinta en el siglo XVIII debido a la imposición del castellano y la pérdida progresiva de hablantes. Sin embargo, lejos de quedar en el olvido, la lengua muisca ha sido objeto de esfuerzos de revitalización y recuperación por parte de las comunidades, que buscan rescatar su legado lingüístico e identitario.
Un ejemplo de estos esfuerzos es el Subacubun, la lengua originaria de Suba, que se ha reconstruido a partir de la investigación lingüistica que incluye la identificación de muisquismos: palabras de origen muisca que han sobrevivido en el habla cotidiana de los habitantes de Bogotá y Cundinamarca. Términos como Bacatá, Muyquitá (Bogotá), Usme, Fontibón, Suba, Bosa, Tibabuyes, Chía, Sopó, entre otros, evidencian la presencia latente de la lengua muisca en la región.
La lengua crea, aconseja, acompaña, transforma, sana.
Además de la recuperación lingüística a partir de los muisquismos, las comunidades han impulsado iniciativas pedagógicas y digitales para fomentar el aprendizaje y apropiación del Muisccubun. A través de plataformas en línea, redes sociales, videos educativos y espacios de enseñanza en entornos digitales, se busca ampliar el impacto de la revitalización y garantizar que las nuevas generaciones puedan reconectarse con su herencia lingüística.
Muchas lenguas nativas están en peligro de extinción junto con sus pueblos, solo tres lenguas indígenas superan los 50.000 hablantes (wayú, nasa yuwe y embera), mientras que otras, como el tinigua y el yurutí, tienen menos de 1.000 hablantes y se encuentran en grave riesgo.
No es descabellado pensar que en los últimos cinco siglos hayan desaparecido más del doble de las lenguas actualmente habladas en Colombia. En el último siglo, lenguas como el kankuamo, el zenú y el muisca han sido catalogadas como extintas, aunque comunidades y procesos de revitalización luchan por su recuperación.
La verdadera salvaguarda de estas lenguas recae en los pueblos que las hablan y en el compromiso de la sociedad para apoyarlas y fortalecerlas.
El Día Internacional de la Lengua Materna fue proclamado por la UNESCO en noviembre de 1999 con el objetivo de promover la diversidad lingüística y cultural, así como el multilingüismo. Esta fecha conmemora las manifestaciones estudiantiles de 1952 en Dhaka, Bangladesh, donde varios jóvenes murieron en defensa de su lengua materna, el bangla.
En Colombia, esta iniciativa se materializa en la Ley 1381 de 2010, que establece normativas para la protección, representación y difusión de las lenguas nativas. Sin embargo, la verdadera salvaguarda de estas lenguas recae en los pueblos que las hablan y en el compromiso de la sociedad para apoyarlas y fortalecerlas.