La vida, en todo el sentido de la palabra, está construida alrededor de un sin fin de definiciones por las cuales el ser humano se ha inclinado a través de las distintas épocas y sus contextos. ¿Qué es entonces el coronavirus? ¿qué papel juega en la actualidad? ¿qué futuro nos espera como especie? ¿Será toda esta situación actual un “accidente normal” de esta era que Flavia Costa ha denominado “Tecnoceno”? Bien, para darnos una idea sujeta a múltiples interpretaciones y refutaciones, charlé con Alfredo Gil, un gran amigo y excelente persona, para que contara su visión sobre todo el asunto del Covid-19. Alfredo es Artista Plástico con formación en microbiología industrial. Le interesan los procesos biológicos y sus gestos performáticos. Ha participado en congresos nacionales y latinoamericanos de fito-patología, en seminarios de compostajes, seminarios de manejo de reactivo entre otros.
¿Es verdad que existen coronavirus en todos los seres vivos?
Uff, es difícil decir si todas las formas de vida tienen o no. Hay tantas formas de vida como arena en el mar (risas). Lo que sí es cierto es que los coronavirus son viejos conocidos en el campo de la virología, aunque solo algunos han sido estudiados ampliamente. Cada vez que aparece uno, obliga al desarrollo de un nuevo estudio que permita comprender desde su origen hasta el impacto general que pueda tener a nivel social. También vale decir que algunos de estos coronavirus se encuentran y afectan solo a animales; otros están asociadas únicamente con los seres humanos y otros, como es el caso del SARS-CoV-2 (covid -19), pueden pasar de animales a humanos.
Podrías explicarme qué es un virus y en qué se diferencia de las bacterias
¡Las diferencias son abismales! Estas son algunas: Las bacterias son formas de vida unicelulares; o sea seres vivos, se relacionan con otros, reaccionan a estímulos, modifican el medio, se miden en micras, se multiplican y pueden morir -todo eso por sí solitas-. Los virus no. Un virus es en esencia un fragmento de material genético protegido por una envoltura proteica; es un parásito, no se multiplica, sino que se replica al interior de la célula que infecta, se mide en nanómetros y dado que no es una forma de vida, no puede morir.
Sobre el consenso sobre si es vida o no. Tengo entendido que el virus se transforma en mineral cuando no está activo, es decir, en estado mineral está muerto o en una especie de letargo y es llevado por el viento o por diversos factores, pero cuando se activa, se vuelve un organismo "vivo", y empieza a tener comportamientos de ser vivo, como intentar alimentarse y reproducirse.
Bueno, el debate se da principalmente debido a que los seres vivos nos regimos al día de hoy por la teoría celular (eso incluye a los microorganismos), pero los virus no. y Entonces, ¿cómo determinar que es una forma de vida, cuando fuera de la célula huésped no es más que una molécula? El agua es una molécula, por ejemplo, y no está viva. El virus, al igual que el ejemplo del agua, tiene fundamentos que comportan la vida, pero no la vida misma. Por eso se dice que no pueden morir. Hoy existen varias teorías de científicos de renombre que tratan de avivar el debate presentando diversas tesis sobre la condición de los virus como seres vivos. Estos planteamientos son conceptualmente interesantes y no deben ser descartados por completo. Sin embargo, la vida, tal y como la conocemos hoy, deja a los virus por fuera de toda posibilidad de ser considerados seres vivos.
Afortunadamente el campo del arte ofrece la posibilidad de hacer estas lecturas cargadas de alma, cosa que no permiten las “ciencias duras”. Es por ese mismo rigor, que no se aceptan interpretaciones que no puedan ser demostradas o que no alcancen consenso
Yo encuentro en todo este asunto del debate sobre los virus, algo muy poético. Este asunto de ser o no ser vida, y de lo que entendemos entonces por vida, porque de hecho abre la puerta hacía mil interpretaciones, expande la capacidad de cuestionar e imaginar los posibles “mundos” que no conocemos y otros que damos por sentados ¿Cuál es tu percepción sobre esto? Porque en tu trabajo he visto que encuentras un dialogo sensible muy íntimo con los microorganismos y construyes un discurso que, develando ciertas capas, me hace pensar en lo poético.
Me alegra que percibas esa poética. Es parte de lo que busco. Desde hace tiempo estoy explorando el concepto de cuerpo y el lenguaje de la performance a través de mi propio microbioma; o sea, los microorganismos que habitan mi cuerpo. En este sentido también subyace la idea de vida y muerte desde otra perspectiva. Es un proyecto derivado de una investigación que inicié en 2010 y que apenas vio la luz este año. Afortunadamente el campo del arte ofrece la posibilidad de hacer estas lecturas cargadas de alma, cosa que no permiten las “ciencias duras”. Es por ese mismo rigor, que no se aceptan interpretaciones que no puedan ser demostradas o que no alcancen consenso. Se tienen que aplicar los parámetros establecidos por la ciencia y todo lo que excede a estos es descartado de tajo. Sin embargo, debo aclarar que mi interés son los gestos que considero performáticos relacionados con los hongos y las bacterias y no con los virus, ese es otro universo que aún no he explorado desde el arte. Aunque, debo reconocer que cuando incorporo mi propio microbioma en una pieza también incluyo (sin pretenderlo) a los virus que “habitan” en mí.
Denatured. Medios de cultivo selectivos para aislamientos en muestras de agua (Alfredo Gil)
Retomando el otro punto. Si no pueden morir los virus ¿qué pasa con el covid después de que alguien se infecta?
Bien, cuando un virus (en este caso el SARS-CoV-2) infecta una célula, ingresa en ella y secuestra su maquinaria celular, digamos que la engaña para que empiece a trabajar haciendo copias del virus. Una vez que se han hecho suficientes de estas copias -miles o cientos de miles- la célula explota y todas esas copias se liberan yendo en busca de nuevas células para infectarlas y repetir el proceso. Es muchísimo más complejo, pero es en esencia lo que ocurre. Por eso es importante emplear los elementos de protección y aplicar las medidas para evitar que este virus ingrese al cuerpo ya que una vez dentro, aunque no afecte gravemente al hospedero, este casi con seguridad se convertirá en una especie de mega fábrica de virus que irá por ahí expulsándolo por diferentes vías, entre ellas las gotículas. El virus solo se detendrá cuando no encuentre una nueva célula que infectar ya que sin las condiciones adecuadas lo más probable es que su material genético se degrade.
Entonces con respecto a los que se curan, ¿significa que el virus ha pasado?
Es increíble; estamos muy bien hechos. Cuándo un agente infeccioso ingresa al hospedero, en este caso nuestro cuerpo y lo enferma, el sistema inmunitario lo detecta y empieza a trabajar muy rápido para resolver el problema. Ahí se activan el sistema innato o el adaptativo para neutralizar o destruir al intruso. Cuando la tarea tiene éxito y el cuerpo logra eliminar las células infectadas y con ellas el virus (estamos hablando de casos en los que no se emplea una vacuna), el sistema guarda la información de ese intruso y del proceso que se llevó a cabo para combatirlo en caso de un ataque futuro. Todo esto ocurre por fases que se van activando en orden hasta que se logra. En el caso de las vacunas, en general, lo que hacen es tomar información del virus y dársela por anticipado al hospedero para que esté preparado para un posible ataque.
O sea, la vacuna ‘spoilea’ al cuerpo (Risas)
Volviendo... Hablemos del origen. Son los virus algo artificial posiblemente creado o algo que se dio normalmente como evolución de la tierra
Es difícil determinar su origen. Es todo un misterio. Hoy mismo no existe ningún registro fósil de ellos y su descubrimiento es reciente, un poco más de un siglo más o menos. En la comunidad científica hay diversas teorías sobre su origen, pero no hay consenso. En cuanto a si existe la capacidad de producirlos o modificarlos en un laboratorio, la respuesta es sí. Eso se viene haciendo desde hace muchos años con diferentes objetivos, para uso clínico o agrícola entre otros.
Ahora, La situación actual es un detonante que abre la puerta a múltiples teorías de conspiración. Eso es inevitable ya que como especie hemos demostrado que tenemos la tecnología, los medios y las motivaciones suficientes como para desarrollar algo de este nivel…
Dices que el descubrimiento de los virus es de hace poco más de un siglo, entonces ¿lo que desató a peste negra no era un virus?
No, la Peste negra es provocada por una bacteria. La hipótesis más difundida y aceptada para la peste negra es la bacteria Yersinia, que se sabe que es la causante de la peste bubónica actual, la pulmonar y la septicémica. Un brote en China e India hace más de un siglo fue el que derivó en la identificación de la bacteria causante; Yersinia pestis, en el descubrimiento de su principal hospedero que son las ratas negras y su principal vector que son las pulgas que se encuentran en estas ratas. Sin embargo, hay discrepancias históricas sobre si esta misma bacteria fue la causante de la famosa peste negra que apareció a mediados de 1300. La discusión se centra principalmente en el hecho de que el brote del siglo pasado estuvo precedido de una enorme plaga de ratas negras. Sin embargo, la peste de mediados del XIV es uno de los acontecimientos mejor documentadas de la época y en ninguna parte hay referencia de una plaga de ratas negras anterior a la peste.
¿Se sabía en realidad que esta pandemia podría ocurrir en cualquier momento?
Yo creo que si se contaba con la información; pero es probable que no fuera la única en el horizonte. Si bien es cierto que en este momento estemos viviendo un hecho sin precedentes en la historia de la humanidad, -el SARS -CoV-2 nos llegó hasta la puerta- también hay que recordar que no es la única epidemia que estamos afrontando. Cólera, ébola, dengue y otras siguen aquí.
Por otro lado, este artículo científico del 2007 https://cmr.asm.org/content/20/4/660 habla de un coronavirus que podría llegar a los humanos de continuar con los hábitos de consumir estas especies exóticas como los murciélagos. ¿es esto lo que ocurrió?
Este artículo resume varias investigaciones que ya daban pistas sobre lo que podía pasar y que en últimas pasó. Se puede ver que estaban en etapa de revisión de la biología del virus en relación con aspectos como epidemiología y patogénesis; también se estaban revisando opciones de tratamiento y control y, aunque iban por buen camino faltaba mucho por recorrer. Varios aspectos fundamentales no estaban definidos y ninguno de los estudios era concluyente. Ahora, a esto hay que sumarle todas las trabas que con seguridad se presentaron para que a la fecha no se tenga una vacuna.
¿Se hubiera podido prevenir y no se hizo nada?
No sé. Este es terreno fangoso, pero aquí vamos. La cosa es más o menos así; en un momento de la investigación, cuándo se tiene cierto porcentaje de resultados, se realizan proyecciones empleando modelos estadísticos que permiten establecer con alguna precisión donde ocurrirá la próxima emergencia sanitaria. Sin embargo, eso no garantiza que todos los esfuerzos se encaminen hacia allí. Hay otra larga lista de variables y, porque no, de intereses que lo determinan. Aquí entran en juego obviamente los gobiernos y también los grandes laboratorios y las farmacéuticas que son tremendamente poderosos. Y es igual en todo el mundo. Una cosa es segura. Nos va a faltar una cyber-cuarentena para sentarnos a revisar todo el material que se viene y poder entender cómo se dio este quiebre en la historia de la humanidad.
Se ha planteado también que esta pandemia podría ser una concatenación de circunstancias y variables producto de la aceleración de la modernidad implícita de la era en que vivimos, algo que iba a ocurrir independientemente de si el Covid es un virus orgánico o de laboratorio, un accidente previsible pero inevitable como ha pensado Flavia Costa. Aunque ya dibujaste un escenario al respecto, sería interesante que profundizaras al respecto.
Puede ser, pensemos en un escenario posible suponiendo que este virus no proviene de un laboratorio. China ha tenido un crecimiento sin precedentes en un poco más de cuatro décadas; algunos datos afirman que en estos años 300 millones de personas alcanzaron la clase media. ¡300 millones! Es una locura. Si revisamos en toda la historia no vamos a encontrar porcentajes por lo menos parecidos. Un ritmo de crecimiento como ese exige una disponibilidad enorme de recursos de todo tipo para mantener el engranaje en movimiento. Esto pone también en los primeros lugares la necesidad de alimentos obligando en algunos casos a la adopción de nuevas dietas para suplir la demanda de proteína. Este hecho también implica un aumento en la cantidad de granjas, en el aumento de su tamaño y en la necesidad de diversificación; lo que a su vez conlleva a una nueva y estrecha convivencia entre especies de animales que eventualmente pueden intercambiar virus produciendo una especie de ‘supervirus’ que antes no existía y que ahora afecta a los humanos. Estos cruces pueden ocurrir aun habiendo establecido unas muy buenas prácticas agrícolas. Ahí se vuelve previsible pero inevitable.
lo que a su vez conlleva a una nueva y estrecha convivencia entre especies de animales que eventualmente pueden intercambiar virus produciendo una especie de ‘supervirus’ que antes no existía y que ahora afecta a los humanos. Estos cruces pueden ocurrir aun habiendo establecido unas muy buenas prácticas agrícolas. Ahí se vuelve previsible pero inevitable.
Por otra parte, ¿Cómo ves el escenario pos-covid del arte? ¿Hacia dónde vamos?
Del escenario del arte, es difícil saber. Yo creo que los mayores cambios se darán en el espíritu de los agentes del arte. En cuanto a la estructura general, creo que los cambios también serán profundos, pero no se harán manifiestos de forma evidente. Continuaran las mismas prácticas, el mismo armazón; se mantendrá el perfil del mercado, todo como si nada; pero en el fondo sabremos que algo cambió y será en últimas en el espíritu de los agentes en donde ocurrirá ese algo que irá perfilando, el presente cercano y el futuro del escenario del arte. Obviamente, en medio de todos esto hay que tener en cuente el nerviosismo propio de los sistemas financieros y la economía a nivel mundial. No será un reinicio como si nada hubiera pasado. Ahora, otro hecho importante del que estoy seguro, es que muchos de esos agentes del arte a nivel mundial, abandonarán sus carreras y su actividad profesional para dedicarse a otras búsquedas. Eso traerá otras consecuencias que son aún inciertas para el medio
¿Crees que la situación actual haga mucha repercusión en tu trabajo?, ¿estás trabajando algo sobre el Covid?
En cuanto a mi trabajo... ¿Te refieres a la respuesta de la gente frente al empleo de microorganismos?
Sí, es muy evidente que se despertó una especie de paranoia hacía las formas de vida micro.
Yo creo que no lo afectará. Es curioso, en estos meses de pandemia, he escuchado a mucha gente emplear términos propios de microbiología, personas que puedo asegurar que nunca se habían preocupado por este campo. Creo que eso es un marcador importante que destaca el interés de las personas por conocer y estar mejor informadas sobre lo hay en el universo de los microorganismos. Es probable que en un primer momento teman acercarse, pero al final se relacionarán de forma orgánica con las piezas. Estas estructuras y formas de vida hacen parte de nuestra cotidianidad y es un buen momento para reconocerlas y acercarnos a ellas. En cuanto a los espacios expositivos creo que tendrán un comportamiento similar, aunque un poco más tranquilo. Tal vez algo de temor al principio, al conocer el contexto de los proyectos, pero abrirán sus puertas. Siempre habrá espacios dispuestos a difundir este tipo de contenidos.
Maquinaria en proceso m.p-6. Alfredo Gil. (Cortesía Casa Hoffmann)
Se que están a punto de re abrir una exposición colectiva en donde hay parte de tu trabajo. Cuéntame de que trata la pieza y en donde está exhibida
Bien, la pieza es una performance, que reflexiona sobre el hecho de que las células microbianas y los genes de origen microbiano superan por varios millones a las células humanas en nuestro cuerpo. Esto me llevó a cuestionar la idea del cuerpo humano cómo "La máquina perfecta", teniendo en cuenta que los microorganismos se establecen en nosotros una vez nacemos y continúan después de nuestra muerte. Afectan nuestra vida desde el aspecto clínico, desde lo anímico y también desde lo social y económico. En esta propuesta empleo un modelo a escala de un desecho plástico de origen tecnológico inoculado con células aisladas de diferentes regiones mi cuerpo.
¿En dónde está exhibida? ¿duración? ¿Cómo sera la bioseguridad de la muestra?
La pieza hace parte de la exposición MIKRÓN, curada por John Ángel Rodríguez en la Galería Casa Hoffmann aquí en Bogotá. Ya sabes, la muestra estuvo cerrada por motivos de la pandemia pero ya están establecidos todos los protocolos de bioseguridad y estará abierta nuevamente desde el lunes 27 de Julio hasta el Viernes 28 de agosto. La visita al espacio se puede agendar a través de estos canales; +57 3012662147 con Lorena Serna y +57 1 3576002 y +57 3124390627 con la Galería.