En los últimos años, se han revelado innumerables casos de líderes religiosos que han abusado de su poder y han causado daño a los seguidores que confiaron en ellos. Desde los escándalos de abuso sexual en la Iglesia Católica hasta el desenmascaramiento de líderes evangélicos que se enriquecieron a costa de sus seguidores, estos líderes religiosos han traicionado la confianza de aquellos que buscan guía y apoyo en tiempos difíciles.

Pero el caso más reciente del Dalái Lama, Tenzin Gyatso, es particularmente preocupante. A pesar de su estatus como líder espiritual y defensor de la no violencia, el video que circula en las redes sociales muestra al Dalái Lama besando a un niño en los labios y pidiéndole que le chupe la lengua. La respuesta del Dalái Lama a esta controversia ha sido pedir disculpas, alegando que a menudo "toma el pelo" de la gente de manera inocente y traviesa. Pero ¿puede alguien realmente justificar tal comportamiento en nombre de la broma? 

Es cierto que hay comportamientos naturalizados localmente en distintos lugares, y con la globalidad mediática actual, cualquier acción se juzgará según los valores y la moralidad de una corrección política globalizada. Aparte, los lideres religiosos también son humanos, no lo escribo con el fin de justificar sus “necesidades”, sino es una invitación a no ver a estos personajes como algo divino o perfecto para aceptar su palabra o sus acciones sin una mínima cuestión.

 

“hay comportamientos naturalizados localmente en distintos lugares”

 

La verdad es que este tipo de comportamiento por parte de los líderes religiosos es peligroso y puede tener consecuencias graves para para sus comunidades de fieles. En lugar de ser guías espirituales y brindar consuelo a los necesitados, estos líderes podrían estar usando su influencia para satisfacer sus deseos personales. El resultado es que sus seguidores pueden quedar traumatizados, abusados y con cicatrices emocionales de por vida.

Estos Personajes, lideres de distintas religiones, son vistos como autoridades en sus comunidades y sus seguidores a menudo están dispuestos a hacer cualquier cosa que se les pida. Incluso si lo que se les pide va en contra de sus valores morales o éticos, los seguidores pueden sentir que no tienen otra opción que obedecer a la persona que tradicionalmente han seguido. Esto puede ser especialmente cierto en comunidades cerradas, donde la disidencia puede ser castigada con la expulsión o incluso la violencia.

Es importante señalar que no todos los líderes religiosos son abusivos o engañosos. De hecho, muchos líderes religiosos hacen un trabajo increíble en ayudar a las personas y brindarles apoyo emocional y espiritual. Pero cuando se trata de líderes religiosos que abusan de sus seguidores, debemos ser conscientes del peligro y, especialmente, tener presente cualquiera de estas personas sea “buena” o “mala” nunca deben ser vistos como una muestra de divinidad en la tierra, son humanos, por lo tanto, también tienen sus sombras.

 

“también existen otros grupos que reproducen practicas coercitivas: Coaching, activismos, grupos de ventas, sectas, grupos políticos, etc.”

 

Es muy importante tener en cuenta que los grupos religiosos no son los únicos que ejercen una gran coerción sobre sus seguidores, también existen otros grupos que reproducen practicas coercitivas: Coaching, activismos, grupos de ventas, sectas, grupos políticos, etc., por ende, es importante ser conscientes de las señales que pueden indicar que un grupo peligrosamente coercitivo: 

Presión para unirse: si un grupo trata de convencerte de que te unas rápidamente sin darle tiempo a reflexionar, puede ser una señal de alerta.

Manipulación emocional: si sientes que el grupo está tratando de manipular tus emociones, especialmente el miedo y la culpa, debes tener cuidado.

Exclusividad: si el grupo te dice que es el único camino hacia la verdad o la salvación, es una señal de que están tratando de ejercer control sobre ti.

Secreto: si el grupo te pide que guardes secretos sobre sus enseñanzas o prácticas, es una señal de que tienen algo que ocultar.

Control de la información: si el grupo te limita el acceso a información externa o te prohíbe investigar o cuestionar sus enseñanzas, es una señal de que están tratando de controlar lo que piensas.

Abuso de poder: si los líderes del grupo usan su poder para obtener beneficios personales o sexuales, es una señal de que no están interesados en ayudarte, sino en controlarte.

En última instancia, debemos ser críticos con los líderes religiosos y cuestionar su comportamiento si sospechamos que algo está mal.

Por eso, el incidente reciente con el Dalai Lama resulta sumamente preocupante. Tenemos a un líder religioso que ha sido objeto de una gran cantidad de respeto y admiración por parte de muchos seguidores, y que ahora se encuentra en el centro de una controversia debido a su comportamiento inapropiado, no entraremos en los hechos de esta persona, sino en su figura como líder religioso, comunitario y social, lo que lo convierte en un modelo para muchos de sus seguidores.