Una breve sinopsis.

La película se centra en la descripción cruda y sin visiones optimistas de una problemática que afecta a distintas metrópolis del mundo y a la ciudad de México en particular: la pobreza. Y cómo un par de jóvenes tratan de sobrevivir en una sociedad que los ha olvidado.

“El Jaibo, un adolescente, escapa de la correccional y se reúne en el barrio con sus amigos. Junto con Pedro y otro niño, trata de asaltar a Don Carmelo. Días después, el Jaibo mata en presencia de Pedro al muchacho que supuestamente tuvo la culpa de que lo enviaran a la correccional. A partir de este incidente, los destinos de Pedro y del Jaibo estarán trágicamente unidos”[1].

 

Lo que me propongo en el siguiente escrito es relacionar la pobreza, como característica de la sociedad capitalista con la película de Luis Buñuel: “los olvidados”. Película mexicana de 1950, centrada en la realidad de la miseria y la fatalidad que conlleva. Paradójicamente, la película ha sido olvidada por el público.

Antes que nada, quiero esbozar dos enfoques sobre las causas de la pobreza. Por lo general, la gente asocia las causas de la pobreza a particularidades individuales, es decir; la gente es pobre porque no es lo suficientemente inteligente para conseguir  un trabajo y asegurarse unos ingresos estables y si lo hacen, no son capaces de administrar el dinero obtenido y se ven obligados a endeudarse. En ocasiones el discurso llega a tal extremo como para asegurar que “los pobres son pobres porque como individuos tienen alguna falla inherente a ellos, por lo general ligada a una inferioridad genética que afecta su inteligencia”.[2] Lo preocupante es que este tipo de explicación es muy común entre el público en general.

Otra explicación frecuente, es la relacionada con la “cultura de la pobreza”, cuya “explicación más exitosa (…) afirma que los pobres carecen de valores adecuados: son perezosos o tienen motivaciones equivocadas (...) y son incapaces de definir las satisfacciones, tienen baja autoestima etc.” Esto sugiere que la única forma de combatir la pobreza es cambiar a la gente; su mentalidad, su comportamiento, sus valores y motivaciones.

Pero la pobreza no es un accidente, la gente no es pobre porque quiere. “La pobreza es una característica inherente y crucial de una sociedad cuya estructura económica se basa en las clases y en la explotación”[3]

Así pues, teniendo claro que la pobreza es causa directa del modelo económico capitalista, en el cual se basa nuestro modelo de sociedad, empezaré a hacer algunas relaciones sobre la pobreza y la película “Los Olvidados”.

 

“Las grandes ciudades modernas; Nueva York, París, Londres, esconden tras sus magníficos edificios, hogares de miseria que alberga niños malnutridos, sin higiene, sin escuela, semillero de futuros delincuentes. La sociedad trata de corregir este mal, pero el éxito de los esfuerzos es muy limitado. (…) México no es la excepción a esta regla universal.”[4]

 

Empecemos pues con decir que la película materializa la pobreza en escena. Durante los primeros minutos, se muestran imágenes de ciudades que al parecer no tienen problemas de higiene, sus edificios son altos y magníficos, pero estas ciudades ocultan algo.  Barrios marginados, de calles des pavimentadas, casas construidas con materiales paupérrimos, ratas, perros, basura y vehículos de tracción animal, lo anterior en conjunto con el vagar de niños y adolescentes que corren por las calles mal vestidos y sucios.


Vía: Los olvidados (1950)

Ahora bien, pese a que la película no busca decir quién es culpable y quién es víctima de la pobreza, sino por el contrario, describir una realidad intensa  desde la observación social, puedo afirmar que existen unos actores poderosos y privilegiados que se  interesan por perpetuar la pobreza, puesto que ello les posibilita beneficiarse de ella, en palabras de Erik Olin, la pobreza es una condición necesaria para la realización de los intereses de los capitalistas y demás clases explotadoras.[5] 

Teniendo en cuenta que existe una clase explotadora que se beneficia de la pobreza y una clase explotada privada de beneficios materiales, se deduce que el bienestar del explotador se da a expensas del explotado. Lo anterior se evidencia en la película cuando la madre de Pedro trabajaba de lavandera, para poder alimentar a sus hijos, en una ocasión la madre le dijo a Pedro:

 

“Es que estoy tan cansada, mira como tengo las manos de tanto lavar”


Vía: los olvidados (1950)

 

Así mismo, Pedro intenta trabajar con empleadores explotadores, pero fracasa y se ve obligado a vivir en la calle un tiempo, hasta que es internado en “La escuela Granja”.

Ahora bien, en la película no solo evidenciamos una relación de explotación económica de una clase a otra, también existe una relación de opresión económica no-explotadora, es decir, el bienestar del opresor depende de la exclusión del oprimido al ámbito laboral. En palabras más claras lo que quiero decir es que, a algunas personas se les “niega el acceso a varios tipos de recursos productivos y sobre todo a los medios necesarios para obtener habilidades que necesitan para poder vender su fuerza de trabajo”[6]. Esto es personificado en la película en: don Carmelo el ciego, el Jaibo, Pedro y La madre de Pedro, que a su vez es; explotada y oprimida.

La exclusión laboral conlleva a desórdenes sociales, cuyos protagonistas son jóvenes, quienes delinquen y son violentos para sobrevivir, Jaibo es quien representa a cabalidad esta situación.  La economía informal se convierte en fuente de ingresos para aquellos que no pueden trabajar, como don Carmelo encontraba en la economía callejera su sustento diario, afirmando que: “Yo pa’ comer tengo que cantar”.

Entonces, si los oprimidos no son necesarios para el bienestar de los explotadores, como si lo son los explotados, lo mejor que le puede pasar a los oprimidos; Pedro, el Jaibo, don Carmelo, es desaparecer, ser olvidados por la sociedad. Entendámoslo de esta manera: los oprimidos son seres humanos prescindibles desde el punto de vista de la racionalidad del capitalismo.

¿A quién le importa si los oprimidos desaparecen?, evidentemente en la película a nadie. Incluso, se apoya la idea de exterminar a aquellos que no son útiles a una sociedad basada en la explotación de clases, por ejemplo, en la película, don Carmelo recordaba los años de su niñez, en específico la presidencia de Porfirio Díaz, en la cual se castigaba a los delincuentes con la muerte, él creía y compartía la idea, y claro ejemplo de ello es cuando asesinan a Jaibo y con satisfacción dice: “Uno menos, uno menos, así van cayendo todos… Ojalá los maten a todos antes de nacer”. La muerte de Pedro también representa la mentalidad de una sociedad a la cual no le importa el destino de las clases explotadas y oprimidas, pues el cuerpo sin vida de Pedro es desechado en un basurero, como eso, como basura que se debe podrir descomponer y olvidar.


Vía: Los olvidados (1950)

Finalmente, la película nos ayuda a  entender la naturaleza de la pobreza, en parte, como resultado de características inherentes al sistema social, en el cual existe una clase privilegiada (explotadores y opresores), quienes utilizan su poder para perpetuar la pobreza y beneficiarse de ella. Y una clase desfavorecida (explotados y oprimidos), los primeros necesarios para el beneficio de una economía capitalista, los segundos prescindibles.  “La cinta de Buñuel es, por otra parte, una de las aportaciones más importantes que ha dado Latinoamérica al cine mundial. Si el cine es considerado un arte, mucho se debe a la obra de genios como Luis Buñuel y a filmes como Los  olvidados”[7]


[1] Películas del cine mexicano, disponible en http://cinemexicano.mty.itesm.mx/peliculas/olvidados.html
[2] Erik Olin Wright, Preguntas a la desigualdad. Ensayos sobre análisis de clase, socialismo y marxismo. Editorial Universidad del Rosario, Bogotá, 2010, p. 60.
[3]. Ibíd, p. 65.
[4] Luis Buñuel, “Los Olvidados”, [película], 1950, disponible en https://vimeo.com/57837968
[5] Erik Olin Wright, op. Cit, p. 66.
[6]. Ibid, p.86.
[7] Películas del cine mexicano, disponible en http://cinemexicano.mty.itesm.mx/peliculas/olvidados.html