Uno de los pilares más importantes para mantener un equilibrio social, asegurar la calidad de vida de los ciudadanos, conservar el medio ambiente e impulsar el crecimiento de los sectores fundamentales de la sociedad, es la economía.
Para Colombia este ha sido uno de los retos más importantes que ha venido afrontando en los últimos años, algunos especialistas han visto un crecimiento positivo a pesar de las desigualdades que afrontan los ciudadanos como el desempleo, el alza de los precios y los pocos ingresos que reciben mensualmente.
Aunque los expertos pronosticaron un panorama favorable para la economía nacional, no se encontraban preparados para los impactos que traería la llegada de la pandemia del COVID-19 al país.
En el primer bimestre había un crecimiento ligero del producto interno bruto (PIB), pero también mostro un impacto desalentador en las importaciones, el empleo y la inflación. El banco de la republica aún mantenía su vista progresiva en la economía, un aumento de las ventas en los minerales y barriles de petróleo, en la exportación de productos de primer nivel, como el café, algodón, carbón incluso aguacates.
el primero (escenario) expone una mejorar de la situación en un lapso de 1 a 2 meses
Pero el 6 marzo tras conocerse el primer caso del virus en Colombia, empezaron a registrarse las primeras caídas en el sistema financiero, el dólar registro su alza histórica ($ 3.599) y una caída del 4% en el precio del petróleo, inicialmente se tenía presente que estos efectos se dieron a causa de la guerra comercial entre EEUU y China, el panorama indicaba que la tensión de estos países había aumentado lo que a Colombia le representa un aumento de precios y fragilidad en el mercado; por su parte virus no había alterado el flujo monetario.
Como era de esperarse, el virus se fue propagando por todo el territorio nacional, el gobierno y las entidades gubernamentales tomaron medidas preventivas hasta el día 17 de marzo, las gobernaciones y alcaldías impusieron simulacros de aislamiento o toques de queda, no obstante, el gobierno al no sincronizar con las entidades municipales y departamentales, decidió anular las acciones que tomaran, a pesar de esa declaración las medidas de protección implementadas se mantenían en pie. Mientras se presentaba estos conflictos de poder, la economía colombiana mostró una de sus caídas, siendo el petróleo el producto más devaluado, y el dólar por las nubes, dejando registros históricos ($4.099). El día 24 de marzo empezó la cuarentena obligatoria, la medida tenía como objetivo, disminuir la curva de contagios, potenciar el trabajo en casa, las clases virtuales y dar prioridad a la vida.
Algunos sectores comerciales sintieron un golpe en los productos de primera necesidad, el papel higiénico, tapabocas, alcohol, huevos, leche y arroz fueron los que más demanda exigieron, el pánico de los ciudadanos y la falta de control en los precios y abastecimiento dejaron como resultado un daño en el bolsillo de los colombianos.
El segundo escenario muestra una ligera baja en la economía, con un crecimiento del desempleo
Aunque FENALCO aseguro a través de un comunicado, que los negocios y almacenes de cadenas estarían abastecidos los colombianos empezaron a acaparar los recursos, algunos tenderos subieron los precios, otros entregaban servicios de mala calidad. Ante estas irregularidades, se empezó a limitar el numero de productos a llevar, el ingreso de personas y el manejo de los precios en los alimentos.
Otro factor que afecto a los colombianos, fue la disminución de ingresos, algunos ciudadanos les fueron cancelados o suspendidos sus contratos, otros que viven del día a día no pueden abastecer a las familias y recurren a salir para tener algo con que comer. Las empresas empezaron a tener dificultad con el pago a sus empresarios, las deudas bancarias, las perdidas en sus productos. Por nombrar algunos sectores que están afectados, se encuentra el sector turismo, el deporte y las pequeñas empresas (PYMES).
Ante estas dificultades el gobierno decidió implementar subsidios solidarios a la población vulnerable, un crédito a las empresas para el pago de salarios, una suspensión o tiempo de gracia en el pago de los créditos a entidades financieras, aumento los recursos del sector salud, para pruebas y equipos necesarios para la pandemia. Por su parte el banco de la republica decidió bajar la tasa de interés e inyecto más dinero, para que la economía no perdiera su flujo y hubiera mayor liquidez. Otra acción del gobierno fue el decreto 521 donde da a conocer el aislamiento inteligente como medida para garantizar la salud y una forma de tenderle la mano a las empresas.
El ultimo panorama es el más desalentador pues refleja una recesión económica de un año o más
Luego de la aplicación de estas medidas, los precios se estabilizaron, pero se presentaron irregularidades en los créditos empresariales y en la asignación de subsidios solidarios, los encargados aseguran que las plataformas cuentan con la información actualizada y que las fallas han sido controladas.
Para los expertos esta crisis puede representar una prueba el estado económico del país, las acciones que tome el gobierno, puede representar un alivio o un quiebre para los colombianos, expertos como Mauricio Cárdenas (ex ministro de hacienda), Mauricio Reina (economista) y Eduardo lora (Economista), plantean que el país se encuentra en un punto critico donde el PIB, el desempleo y el dólar son uno de los pilares que más lo afectan.
Ellos plantean 3 escenarios donde el primero expone una mejorar de la situación en un lapso de 1 a 2 meses, mostrando normalidad en los empleos, regulación y aumento del PIB, una baja de dólar y aumento del precio en el petróleo (aproximadamente hasta 60$ dólares). El segundo escenario muestra una ligera baja en la economía, con un crecimiento del desempleo y estabilización de los precios del dólar y el petróleo en un lapso de 3 a 6 meses. El ultimo panorama es el más desalentador pues refleja una recesión económica de un año o más, una tasa del desempleo hasta del 19%, aumento del dólar y estancamiento en el precio petróleo y las exportaciones.
Esta situación nos deja como reflexión, que Colombia es vulnerable a los cambios económicos del exterior, la mala administración y distribución de los recursos realizada por el gobierno, la fragilidad de las empresas frente a las nuevas herramientas tecnológicas, la exhaustiva labor del banco de la república para equilibrar la economía evitando la recesión y la inflación, el fuerte compromiso de los sectores que buscan mantener el control y la concientización de los ciudadanos frente a una pandemia que no solo puede afectar sus bolsillos sino también su salud.