La revista Semana, en una serie de publicaciones, ha acusado a la Guardia Indígena de intimidar al Congreso y de estar siendo utilizada por el presidente como instrumento político, generando una visión sesgada, ahondando en la estigmatización hacía las comunidades indígenas y, por ende, al racismo.
En primer lugar, es importante aclarar que la Guardia Indígena se conforma por representantes de diversos pueblos y organizaciones amparadas en la legislación que protege las dinámicas propias de los pueblos y tiene como objetivo proteger los derechos y la seguridad de las comunidades indígenas del país.
En segundo lugar, la presencia de la Guardia Indígena en la Plaza de Bolívar en Bogotá, donde se han llevado a cabo manifestaciones y protestas, no responde, en específico, a un llamado del presidente Gustavo Petro, como ha sugerido aquel medio de comunicación en decadencia. En realidad, la Guardia Indígena ha acudido en apoyo a los acuerdos alcanzados entre el Gobierno Nacional y la Mesa Permanente de Concertación Indígena en relación con el Plan Nacional de Desarrollo, en un legítimo proceso de consulta previa, el cual es derecho fundamental de los pueblos indígenas en Colombia.
"un medio que ha optado por los clickbaits y el sensacionalismo"
Como es costumbre en un medio que ha optado por los clickbaits y el sensacionalismo, Semana ha omitido estos importantes detalles del contexto de las acciones del movimiento indígena, lo que resulta en dinámicas estigmatizantes y racistas hacía la Guardia Indígena y el movimiento indígena en Colombia, acusándolos de intimidar al Congreso y de ser utilizados por el presidente como instrumento político; ahí se puede evidenciar la postura, de algunos sectores conservadores, claramente sesgada y racista, donde sugiere que las comunidades indígenas no tienen derecho a expresarse y a defender sus intereses legítimos.
Es importante destacar que los pueblos originarios y el movimiento indígena en Colombia han sido históricamente víctimas de la discriminación y el racismo; han sido despojados de sus tierras y recursos, a la vez que han sido oprimidos culturalmente por diversos sectores y han sido excluidos de los procesos políticos y de toma de decisiones que afectan sus vidas y sus territorios. Por eso, la lucha del movimiento indígena en Colombia debe ser vista como un proceso legítimo y necesario por la defensa de los derechos, de la cultura y de su ley de origen, que sirve no solo para estos pueblos sino para todos como sociedad.
Uno de los puntos que en mayor medida evidencia el sesgo, el racismo y el desconocimiento de los periodistas que defienden intereses políticos conservadores al momento de hablar de las comunidades indígenas es la falta de rigurosidad e investigación de lo que hablan, parecieran “hablar por hablar”, y esto se hace ejemplo objetivo cuando hablan de que la intimidación al congreso de la republica se hace con “palos”, primero que no es una intimidación dictada por el presidente sino que responde a intereses legítimos de las comunidades y el movimiento indígena en defensa a los derechos de Consulta Previa, Libre e Informada sobre el plan de desarrollo nacional; pero aún mas grave es la utilización peyorativa de “palos” a los elementos sagrados para las comunidades, lo cuales son los Bastones de Mando, elementos de autoridad tradicionales en diversos pueblos con una gran carga simbólica.
"es importante entender el en su respectivo contexto las acciones de las comunidades indígenas y el movimiento indígena"
Los bastones de mando son símbolos sagrados en las comunidades indígenas de Colombia y son utilizados por los líderes para representar el poder y la autoridad. En el movimiento indígena, los estos elementos se utilizan para mantener la identidad cultural y la autonomía de las comunidades indígenas, a la vez que el uso de estos bastones representa la lucha constante de los pueblos indígenas por su derecho a preservar la cultura, las formas de vida tradicionales y el derecho propio natural de las comunidades ancestrales del territorio. La Guardia Indígena se encarga de velar por la seguridad y los derechos de las comunidades indígenas y utiliza los bastones de mando como símbolos de su función en la defensa de los derechos de los pueblos indígenas.
La estigmatización y el racismo hacia los pueblos indígenas ha sido un problema histórico en el país, reproducido por los medios de comunicación que monopolizan la opinión pública hacia intereses políticos conservadores, en la mayoría de los casos. Por lo tanto, es importante entender el en su respectivo contexto las acciones de las comunidades indígenas y el movimiento indígena como organización colectiva de diversos pueblos y organizaciones, al igual que los derechos de protección históricamente luchados por los pueblos indígenas a nivel global a lo largo de la historia.