La noche se encarga de dar los últimos toques a una obra de arte cuya culminación final es una muerte silenciosa. Los cómplices están a las expectativa, el director se hecha a reír y suena la corneta de los sordos, el silencio se apodera de las voces interminables, el tribunal de pinceles ha tomado su veredicto, el infierno se ha declarado inocente y está entre nosotros. El fin de una pesadilla es el comienzo de otra no menos desagradable, los gusanos se comieron la carne de los nobles, y las gentes salen a celebrar una nueva vida llena de todo lo que siempre desearon… bienvenido mi amigo, bienvenido al infierno, ¿tu celestial?... el infierno somos todos