Yo le pregunto al dolor del porque se encuentra aquí y el me contesto, que por la idiotez que cometí que fue tan grande como escribir sin sacar una mínima expresión, cantar sin valor o sonreír sin devoción.

 

Como una moneda de cuero, se le ve el valor en letras pero falsa siempre estará. Como aquellos que solo quieren sentirse superior, hablando basura sin medida y chicaneando lo que no logran simplemente para convencer algunas mentes y satisfacer su cuerpo llevando al terreno al ignorante que se deja sorprender de cualquier cosa.

A veces hablando de amor.

 

Yo le pregunte al alcohol que lo hizo volver por aquí y el me contesto, el cigarrillo me llamo.

 

Yo le pregunte al cigarrillo del porque se encontraba aquí y el me contesto, porque la soledad inunda tu interior y no paras de escribir.

Le pregunte a las letras que querían de mí y me contestaron, que querían conocerme más. Pero fue mi mente un poco transparente viendo como me habla cuando me equivoco de repente, cuando no me doy cuenta de lo que estoy cometiendo, tanto el acomodar mis palabras, mi juego de ajedrez, y deliberadamente un poco consecuente se convierte toda confusión que arma mi corazón.

Como el orgullo…

  

Tu orgullo solo te hace perder, te hace más fuerte, te hace más ignorante de los sentimientos del corazón que te enloquecen por eso dejo mejor volar la mente atravesando una y mil fotografías en ella transcurridas por el cuerpo que mi lengua recorrió y el suspiro en el alma, el cuerpo duerme mientras camina con ningún sentido o la rutina que mentalmente cansa ya que lo irreal se escribe y se convierte en realidad.