Sabías que en zonas cercanas al humedal Tibanica, a pesar del crecimiento urbano, aún se pueden encontrar vestigios de un abundante material arqueológico. Este es el caso de algunos arqueólogos de la Universidad de los Andes, quienes hace años realizaron el hallazgo de un tesoro de información sobre la historia precolonial de la Sabana de Bogotá: Encontraron, además de algunos elementos cerámicos y textiles, restos de 748 individuos, incluyendo niños, mujeres y hombres. Esto sugiere que esta zona fue un lugar donde los muiscas realizaban la disposición final de sus difuntos. Es por esto que hoy en día, este lugar ha sido reconocido como uno de los sitios sagrados indígenas de Bogotá.
Estos hallazgos arqueológicos proporcionan una visión de la vida y la sociedad de los muiscas en epocas precoloniales. Durante siete años de investigación, se analizaron meticulosamente los huesos y los objetos encontrados en Tibanica, utilizando técnicas de análisis de ADN antiguo y replicando los resultados en laboratorios internacionales para mayor precisión.
La investigación también puso en cuestión la idea de que los muiscas eran una sociedad altamente jerarquizada, sugiriendo que la sociedad muysca podría haber sido matrilineal, donde la herencia se transmitía a través de la línea materna. Se estudió en detalle la dieta de los muiscas, revelando que el maíz era un alimento fundamental en su dieta, consumido en grandes cantidades, a menudo en forma de chicha. También cazaron una variedad de animales como venados, ratas, curíes, conejos, jaguares, aves y peces, que proporcionaban proteínas esenciales.
este lugar ha sido reconocido como uno de los sitios sagrados indígenas de Bogotá.
Los análisis de isótopos estables en los huesos revelaron que la disponibilidad de alimentos varió con el tiempo y que los individuos de élite podían permitirse una dieta más abundante, lo que se reflejó en problemas de salud específicos, como la hipoplasia dental. Además, los muiscas de Tibanica sufrieron de enfermedades como la tuberculosis, caries dentales e infecciones orales, lo que sugiere un estilo de vida desafiante.
Sorprendentemente, la mayoría de las fracturas encontradas en los restos no parecen ser el resultado de batallas o peleas, sino de accidentes o caídas, lo que sugiere que la sociedad muisca no estuvo marcada por la violencia interpersonal. El análisis de las vasijas encontradas en Tibanica también proporcionó pistas sobre el estatus de los individuos y los posibles intercambios comerciales con grupos de otras zonas de Colombia. El día de hoy, los descendientes de esta comunidad se organizan en el Cabildo Indígena Muisca de Bosa, una organización que mantiene la herencia y la cultura muisca, a pesar del crecimiento de la ciudad y de las culturas impuestas tanto de forma organica como de forma violenta como sucedía decadas atras.