La  intención de este artículo es profundizar e investigar acerca del cine y su papel en Colombia en las luchas ideológicas. Profundizando en la duda de las influencias extranjeras en el cine y los movimientos sociales resaltados a través de este medio. Para este fin el artículo plantea una respuesta a la siguiente pregunta. ¿Cómo se vio influenciado el cine en los años sesenta por las ideologías revolucionarias del exterior que se veían reflejadas en los movimientos armados que ocurrieron en esta época?

La mayoría del cine en Colombia tuvo su cumbre como vanguardia estando basado en el periodo de La Violencia por el cual había pasado el país anteriormente. En los años sesenta se dieron los grandes movimientos culturales, políticos y generacionales. Los medios masivos de comunicación y las nuevas tecnologías daban pie al nuevo modelo informático y global de interacciones culturales.

Uno de los medios que fue mejor acogido fue el cine como medio de comunicación de ideas e información. Dado que no se lo tomaba como una postulación política que fuese amenazadora para los dirigentes, el cine logro impulsar ideas y movimientos ocultos bajo la más novedosa producción y recursividad audiovisual.

“El tema de La Violencia, es frecuente en la literatura colombiana más no en el cine, irrumpe por primera vez en El río de las tumbas (1964) de Julio Luzardo. Egresado de UCLA y secundado por el camarógrafo brasileño Helio Silva, Luzardo se aparta del costumbrismo y se enfrenta al drama de un pueblo acosado por la violencia política.”[1]

Las nuevas propuestas y condiciones sociales dieron paso al cine como vanguardia. Por los enfoques de los cineastas y las nuevas oportunidades de reproducción masiva dentro del país. Las iniciativas de representación crecieron junto con las oportunidades para generar producción cinematográfica a nivel industrial.

Dado que el cine de los años sesenta fue mayoritariamente ambientado en la temática de la época de La Violencia, la promoción y mediación de este contenido fue meramente capitalizado y explotado por la industria. Aunque el cine ideológicamente representaba una crítica ante el poder autoritario dado que representó una oportunidad de mostrar opiniones como una “ficción” poco peligrosa para los movimientos políticos que regían el país.  El cine fue una oportunidad para continuar el proceso de apertura y masificación de pensamientos diferentes de los arraigados en cultura colombiana.

El cine dio una nueva posición al ser influenciado por la cultura europea y norteamericana, se creó una interculturalidad. Se dio forma a una gran parte de la interculturalidad. Las influencias en el cine permitieron generar nuevas formas de expresión y participación de la nueva ola de globalización informática. La inclinación, era la de generar un corte en la barrera entre el poder y el pueblo. Por ende aunque la formación política del país fuese capitalista y apoyase a los Estados Unidos, las producciones cinematográficas reflejaban un espíritu de lucha por la igualdad y se inclinaban en una ideología cercana al socialismo.  

 

El cine en Colombia y su relación con el exterior

“Agarrando pueblo (1978), de Carlos Mayolo y Luis Ospina, es un ácido e inteligente comentario a la llamada pornomiseria, que estaba cundiendo en la producción cinematográfica del país, sirviéndose de la moda tercermundista y particularmente latinoamericanista, entonces viva en Europa.”[2]

El cine en Colombia poseía como estilo en trama y realización, las tendencias europeas y latinoamericanas que generaban gran impacto en la época. Ya sea por su crudeza (como el concepto de pornomiseria) o por su impacto negativo a nivel comercial como lo fueron las películas basadas en mestizajes culturales (como la primera película de vampiros colombiana, titulada “Pura Sangre”). 

La crudeza de las realidades presentadas era aceptada por el público como parte del entretenimiento y rutina diaria que la situación política en Colombia les mostraba. Pero como era mostrada desde una perspectiva cruda, era diferente a ver el noticiero o leer el periódico. El humor negro y la pornomiseria alcanzaron una amplia aceptación en el público. 

“¿Por qué accedí a hacer una película de cine negro en Colombia? Razones no me faltaron. Crimen organizado. Políticos corruptos. Prohibición de sustancias. Ajustes de cuentas. Terrorismo. Masacres. Impunidad total. Los colombianos vivimos una película de cine negro todos los días. Así como la Prohibición dio pie al cine de gangsters en Estados Unidos, el tráfico de drogas propicia el cine negro en Colombia. Desde que Pablo Escobar nos maleducó al enseñarnos las primeras líneas de cocaína, los colombianos nos hicimos de (d)rogar y perdimos todas las aspiraciones. Del olfato para el negocio pasamos al negocio del olfato. De lavar platos en Estados Unidos pasamos a lavar plata. Nuestra imagen, sobre todo en el exterior, no puede ser peor. Somos el país más violento del mundo. Somos el imperio del mal. Y el cine es nuestra imagen y semejanza. “[3]

 

La identidad del cine colombiano se vio formada en los sesenta por influencias tanto técnicas como ideológicas de cineastas que cursaron sus estudios en el exterior.

En los años sesenta el cine se generó como una vanguardia cultural y social, dándole espacio a su reconocimiento como parte de la identidad colombiana. El cine colombiano de los años sesenta se caracterizó por alta calidad a sus producciones, elaboradas por directores formados en el exterior, que se enfocaban en plasmar y denunciar distintos aspectos de la realidad social en esa época. “En 1959, un grupo de empresarios y personalidades del mundo cultural de Cartagena, encabezado por Víctor Nieto, inicia los contactos con la Federación Internacional de Productores de Films, FIAPF., a través de la Embajada de Colombia en París, con el fin de organizar un festival internacional de cine, aprovechando las ventajas comparativas ofrecidas por Cartagena, nueva sede del desarrollo turístico nacional, gracias a sus fortalezas históricas y bellezas naturales.”[4] 

Las ideologías de los cineastas extranjeros influyeron en las producciones cinematográficas que se generaban en Colombia. Dado que los directores más destacados eran formados en el exterior, estaban influenciados por las nuevas propuestas europeas.  “En 1962 Jorge Pinto realiza el documental “Bellas artes”, y Francisco Norden “Murallas de Cartagena.” Ambos estudiaron en París. Conforman con Julio Luzardo, Guillermo Angulo y Álvaro González un grupo de directores que se conoció como “Los maestros”; se formaron en el exterior y estaban preparados para realizar un cine de muy buen nivel técnico.”  [5]“En los años sesenta otras corrientes comenzaron a influenciar a los nuevos realizadores. La tendencia neorrealista del español José María Arzuaga y la tendencia cinema novo del bogotano Julio Luzardo le cambiaron el curso al cine nacional.”[6]

 

Se generó una identidad cinematográfica nacional con influencias extranjeras permitiéndoles apropiarse de la técnica para obtener un mayor enfoque en las problemáticas sociales. 

El cine colombiano optó por enfocarse en evidenciar de manera popular y critica las situaciones sociales  que se presentaban en esa época. Decidiendo así, re enfocar los mecanismos que se habían empleado hasta finales de los años sesenta. “A finales de los sesenta y comienzos de los setenta, el largometraje desaparece prácticamente del panorama del cine nacional y la producción se divide en dos: el cine marginal, con sus documentales independientes de contenido político y social, y el cortometraje de sobreprecio, apoyado en una ley de exhibición obligatoria.”[7] 

La fuente del éxito nacional e internacional del cine como vanguardia fue el enfoque para exponer realidades que ocupaban gran importancia y controversia en el país. “En 1963 se exhibe en los festivales de Sestri Levante (Pesaro), Cartagena, Locarno y Moscú, Raíces de piedra, dirigida por José María Arzuaga y producida por Julio Roberto Peña. Estuvo prohibida en Colombia hasta 1964, cuando se autorizó su exhibición para mayores con 9 escenas recortadas.” [8]“En 1967 Diego León Giraldo, influenciado por el cine cubano, rueda el primer filme militante: Camilo,  un cortometraje sobre el cura guerrillero Camilo Torres. Carlos Álvarez continúa esta misma línea con  los cortos Asalto y ¿Qué es la democracia?, que lo hacen merecedor de varios meses de prisión.”[9] 

El surgimiento del cine como vanguardia social empezó a generar censura y aversión a las temáticas sociales representadas en largometrajes. “En 1962 Mario López dirige “El hermano Caín”, una historia sobre la violencia filmada en 16 mm. Fue exhibida sólo en funciones privadas debido a que “la película fue rechazada por la Junta de Censura por motivos de orden público, pues se juzgó que los recuerdos de la violencia estaban todavía muy frescos en la memoria de la gente de muchas zonas del país” [10]“Raíces de piedra (1961) y “Pasado el meridiano” (1965-7) de José María Arzuaga contienen en sus mejores momentos una visión inédita del hombre urbano colombiano, quizá por eso fueron prohibidas por la censura en su momento. Sin embargo son las mejores “películas imperfectas” de nuestro cine.” [11]

En los años sesenta se generaron una gran serie de cambios provenientes de exterior que resultaron ser influyentes en Colombia y en su proceso cultural. “En 1960 Empieza a circular la revista “Guiones” que agrupó un primer núcleo organizado alrededor de la crítica cinematográfica. Entre los colaboradores se destacan Ugo Barti, Héctor Valencia, Carlos Álvarez y Abraham Zalzman, entre otros.” [12]“En 1962 Se publica en Bogotá la revista Estrategia, de orientación marxista y dirigida por Estanislao Zuleta y Mario Arrubla. Sólo publicó tres números.” [13]

 

 

 

Bibliografía:

Una historia común y particular del cine colombiano por  Luis Ospina

http://www.cinefagos.net/index.php?option=com_content&view=article&id=431%3Auna-historia-comun-y-particular-del-cine-colombiano&catid=30&Itemid=60

Historia del Cine Colombiano – Lección 10 por UNAD

http://datateca.unad.edu.co/contenidos/401198/401198_Cine/historia_del_cine_colombiano.html

Vanguardia y cine social 1960 – 1977 por fundación patrimonio fílmico Colombiano. http://www.patrimoniofilmico.org.co/anterior/docs/1960-1977.pdf

HISTORIA FICCI - Víctor Nieto, Fundador por Manuel Lozano

http://ficcifestival.com/internas.php?cod=1$$-42BLXwm9eMBYvgDULMBVvgB 



[1] Una historia común y particular del cine colombiano por  Luis Ospina 

[2] Una historia común y particular del cine colombiano por  Luis Ospina

[3] Una historia común y particular del cine colombiano por  Luis Ospina

[4] HISTORIA FICCI - Víctor Nieto, Fundador por Manuel Lozano 

[5] Vanguardia y cine social 1960 – 1977 por fundación patrimonio fílmico Colombiano.

[6] Una historia común y particular del cine colombiano por  Luis Ospina

[7] Una historia común y particular del cine colombiano por  Luis Ospina 

[8] Vanguardia y cine social 1960 – 1977 por fundación patrimonio fílmico Colombiano.

[9] Vanguardia y cine social 1960 – 1977 por fundación patrimonio fílmico Colombiano.

[10] Vanguardia y cine social 1960 – 1977 por fundación patrimonio fílmico Colombiano.

[11] Una historia común y particular del cine colombiano por  Luis Ospina

[12] Vanguardia y cine social 1960 – 1977 por fundación patrimonio fílmico Colombiano.

[13] Vanguardia y cine social 1960 – 1977 por fundación patrimonio fílmico Colombiano.