El 21 de septiembre del 79, The Clash ofrecía un concierto en el Palladium de Nueva York. Paul Simonon en el escenario azotó contra el piso eufóricamente su bajo Fender Precision, en ese instante Pennie Smith sosteniendo su cámara justo un instante antes de el golpe, obturó, logrando que la toma resultara en un ángulo inusual. «El Palladium había puesto sillas para que el público se sentase, y eso hizo que la gente se congelase», contó Simonon. «No recibíamos ninguna respuesta por su parte: era como si no les importara lo que estábamos haciendo. En general estoy de buen humor, pero de pronto se me cruza el cable y puedo dar miedo, incluso a mí mismo», recuerda la revista Jotdown.

Al revelar las instantáneas, se decidió: esa sería la portada de London Calling. Sólo hacía falta un detalle más, la tipografía. Entonces, se eligió una que había sido usada en el disco debut de Elvis Presley.