En esta crisis que atraviesa el mundo gracias a un pequeño virus que ha puesto en jaque todo nuestro sistema contemporáneo social, se han generado grandes problemáticas, sobre todo económicas, mucho se habla de las pérdidas en las industrias, mucho se habla de los grandes gremios, mucho se habla de los trabajadores de los servicios, mucho se habla de la economía mundial y nacional, pero poco se habla del artista plástico.
Qué sucede con aquellos artistas que, en tiempos donde no había cuarentena, ya venían sufriendo los problemas de una inestabilidad laboral, sufrían la incertidumbre que produce pertenecer a una rama del conocimiento que, en muchas ocasiones, es desagradecida con quienes pertenecen a ella y la hacen surgir ante los demás.
El mundo de las galerías de arte se ha detenido, las dinámicas de venta de piezas artísticas han cambiado, los galeristas tienen sus espacios cerrados, en este momento no hay inauguraciones de exposiciones en ningún lugar. Es un tiempo donde debemos replantear la forma en la que vemos el arte plástico.
Para muchos artistas su producción se detuvo, no hay espacio donde comprar materiales, muchas veces no hay dinero para comprarlos, la poca venta de arte en estos días, el cambio que ha tenido el mundo y la excesiva virtualidad, le han abierto paso a un escenario donde las dinámicas del campo del arte plástico se han detenido casi por completo.
un cambio en la misma estructura del sistema de circulación, difusión y comercialización de las artes.
Digamos que el sistema del arte está en una especie de “stand by”, tanto en la producción, como en la circulación y en la difusión. Hay que entender qué el campo de las artes plásticas, entre todas las disciplinas artísticas, es la menos valorada en el público general, pero paradójicamente, es la primera que se muestra cuando se habla de “las artes”.
Entonces nos encontramos en un estado donde se han detenido todas las dinámicas de un campo que está separado los planteamientos cotidianos de la mayoría de personas. Esta inactividad perjudica directamente a los artistas plásticos qué necesitan del comercio de arte para tener ingresos económicos.
Pero, teniendo en cuenta la dinámica de este campo, aún sin cuarentena, para muchos artistas, es difícil entrar a este comercio de las artes. Quién, siendo productor de arte, puede entrar a estos círculos mercantiles necesita, además, generar un reconocimiento de sí mismo ante otros individuos, para poder seguir en ese mercado, puesto que también entran a jugar algunas dinámicas publicitarias.
La producción de arte no ha parado, sin embargo, es cierto que se necesita un sistema de proveedores y distribuidores de los materiales y de las piezas terminadas, hablando simplemente de las piezas “tradicionales” en el arte plástico, este sistema de compra y venta de materiales necesarios para la producción artística, de circulación y venta de elementos artísticos terminados, necesita de personas que estén constantemente en contacto unas con otras. La crisis que enfrenta el mundo provocada por el COVID 19 ha hecho que estas relaciones no se den y es lo que le ha puesto freno a todo el sistema ya descrito.
No todos los artistas pueden seguir produciendo obras por tener un stock de materiales en sus hogares o en sus talleres.
Se puede reiterar sobre los afectados los principales son los artistas productores. Un curador, un galerista, un coleccionista, etc., pueden tener algunos recursos demás que le puedan seguirá siendo partícipe del sistema. La virtualidad juega un papel muy importante en ello. Pero para el individuo que produce obras plásticas, su sistema a decaído, no sólo porque ahora quienes podrían comercializar sus piezas están, entendiblemente, más preocupados por sobrellevar la crisis que por realizar convocatorias, sumado a esto, el sistema que los proveía de elementos para poder realizar su actividad específica como artista, se encuentra cerrado.
Las tiendas especializadas en arte han cerrado, los talleres donde conseguían algunos materiales también han cerrado, los edificios o centros comerciales donde muchos artistas tenían talleres se encuentran inactivos; esta es una dinámica que se podría repetir en cualquier elemento del sistema que permite la producción de arte. No todos los artistas pueden seguir produciendo obras por tener un stock de materiales en sus hogares o en sus talleres.
Es por esto qué invitamos a todas las personas qué hacen parte del sistema del campo de las artes a encontrar nuevas formas y dinámicas que integren a todos los eslabones que se encuentre en la cadena de valor de la producción artística propendiendo por un bienestar en cada uno de ellos. Dinámicas que puedan surgir desde la virtualidad, desde las actividades comunitarias e, incluso, desde un cambio en la misma estructura del sistema de circulación, difusión y comercialización de las artes.