Colombia es un viaje de pasajes entre la comedia y la tragedia, no hay en absoluto un desligue claro entre estas dos premisas, estamos sumergidos en una desdicha tan tremenda que nos hundimos en lo más profundo de una risa irónica, para no terminar de morir al estar desterrados de la buenaventura.

Parecemos vivir somnolientos en medio de un bombardeo de noticias sacadas de la realidad más absurda, una realidad que azota nuestra psique en lo más profundo y deteriora nuestro ánimo poco a poco. Nos resistimos a recibir la crueldad de las decisiones del gobierno y la opinión pública, adjudicándonos la risa hacia todo aquello que nos afecta. Si, nos reímos, a carcajadas con una punzada profunda en el corazón, por no llorar, porque si lloramos sentiríamos que ellos ganan, pero deberíamos llorar, porque de tanto reír se nos está olvidando la gravedad de la realidad, la risa se está volviendo nuestro “soma” y podríamos estar excediendo la dosis.

Reclamamos en un mar de lágrimas derramadas por los humanos asesinados en una estúpida incompetencia intencional provocada por nuestras instituciones y casi que instantáneamente y como si de un guión se tratáse, llega “¿De qué me hablas viejo?”, como quien habita en una realidad paralela en donde escuchar vallenato en una narcofiesta pareciera ser más importante. Pero “Déjemelo ahí” diría el presidente de Macondo.

"Iván Duque es un ironísta de kilates"

De la risa al odio se llenan las redes sociales, no nos distinguimos, estamos heridos, fragmentados, dislocados, divididos y apenados. Pero la ira se matiza cuando vemos que en medio de un país al borde del abismo, a algunos aún nos quedan las ganas de salir con el pecho en alto a visitar las playas, el eje cafetero, ir a San Andrés y ¿por qué no? ir a ver ballenas en el pacífico, mientras que algunos abogados del país van a querer “hacerle fiesta a ese hijueputa”, sea cual sea el hijueputa al que se refieran, porque para desdicha de algunos “esa llamada la estaban oyendo esos hijueputas” cualesquiera que esos hijueputas sean.

Porque así es, en Polombia cualquier cosa podría pasar, el presidente podría enviarle una carta al Papa Francisco falsificando su firma, mientras la deuda externa llegaría a ser la más alta en 24 años, o podríamos cerrar por ejemplo un 2019 con el desempleo más alto en 7 años, o podríamos presentar pruebas falsas ante la ONU para unos meses después querer sacarla del país alegando ser una herramienta del socialismo del siglo 21 y de la no extinta ‘Unión soviética’. Pero todo esto no importa, podemos saludarnos con el codito y poner el culo sobre la constitución del 91, el proceso de paz y sobre la JEP, sobre la construcción de memoria pongamos los grandes culos de los “importantes ganaderos”, porque ya nada más importa.

Pasamos los tragos amargos con sancochos como los del palíndromo colombiano más importante de nuestro país, y no me refiero a la “◊RED AVAL” sino a “LA TELE LETAL”. Para los maestros no maestros del humor en nuestro querido narcoestado, Polombia es el imperio de la ironía, la nación de los payasos de humor negro, “Iván Duque es un ironísta de kilates… todo el mundo apela a la ironía, este gobierno por ejemplo” mencionaba Moure en una entrevista de El espectador, junto a De Francisco que concluía “Es cómico, estamos viendo unos cómicos de humor negro, un humor renegrido, porque pasan cosas espantosas y todo se explica como si no estuviera pasando nada, como si todo estuviera bien”.

"Colombia es un moridero porque las cosas no funcionan para la gran parte del país"

Tal vez se deba a una diferencia de realidades, nosotros vivimos en Colombia y el Gobierno vive en Polombia con P de Podrido y Paraco, eso explicaría las diferencias absurdas de la percepción de la realidad. Pero, aunque quisiéramos poder dividir nuestra historia en dos dimensiones, lo cierto es que todo pasa en la misma y debemos aceptar, con risa amarga, lo que recogen las palabras de Martín: que Colombia es un moridero porque las cosas no funcionan para la gran parte del país, porque además de ser uno de los países más inequitativos del mundo, es uno de los más corruptos y uno de los países donde matan más gente, es un moridero ¿Se equivoca? En el 2017 capturan a Luis Gustavo Moreno, fiscal anticorrupción, por cargos de corrupción, ¿Quieren más? en el 2019 “el Gaula del ejército (Unidad encargada de combatir el secuestro y la extorsión) participó en secuestros e inventó delitos para inflar los resultados y cumplir metas”, y acá va la ñapa, de esas agridulces que tanto nos estremecen y que está recién salida del horno “Mueren más personas por robo de celulares que por ser defensores de DD.HH." de nuestra querida ministra Norberta.

Aquí estamos, somos “Ironilandia” porque somos un tributo a “tranquilandia”, o que lo diga el embajador de Uruguay, en su finca encontraron 3 laboratorios para hacer cocaína a sus espaldas y como una broma del destino, en Uruguay decomisan 4,4 toneladas de cocaína, el mayor cargamento en toda su historia, no digo que una cosa tenga que ver con la otra, pero tal vez sí, porque “¿Qué supone uno?” Definitivamente “Colombia es una irreverente”, se estalla sola de risa y cada paso es un “¿por qué me persigue la desgracia?”. Pero calma, los invito a la calma, finalmente este país es solo un circo, tal vez el actual gobierno sea el mejor circo de todos, lleno de gente hedionda que jamás haría algo noble por otra persona (a menos que sea un “ganadero reconocido”, antes de ser un total desconocido) Calma, calma, ¡calmación!, el gobierno no es nada más que un tonto circo, porque para concluir está lleno de payasos, y como diría Álvaro Uribe: ‘Los payasos son para divertirse, no para pelear.