La carrera séptima, la llamada calle real de la Santafé colonial, ubicada actualmente entre la Iglesia Santa Bárbara y el Parque Nacional. Este es uno de los caminos más significativos en el ámbito histórico, cultural, social y económico de Bogotá. La séptima ha sido testigo de miles de experiencias de sus ciudadanos, sus monumentos emblemáticos cuentan la historia de una Bogotá orgullosa, dolida, inconforme, feliz, agradecida. Es la identidad propia, viva y dinámica del ayer y el ahora, que vuelve esta calle como algo cotidiano para la cultura bogotana.

 

 “El septimazo”, llamado así desde el 9 de abril de 1948 (El bogotazo), que fue el hecho histórico que marcó a la ciudad y la nación”

 

El Magnicidio de Jorge Elicer Gaitán, quien posiblemente murió a manos de Juan Roa Sierra; la gente que presenció ese hecho, persiguió a Roa Sierra hasta una droguería, donde lo golpearon hasta matarlo, posteriormente arrastraron el cadáver por la séptima hasta el Palacio de Nariño, donde dejaron el cuerpo destrozado y desnudo.

Actualmente este ha sido considerado como el corazón de Bogotá, puesto que es un camino que muestra sus diferentes caras, en ámbitos históricos y culturales, permitiéndonos vivir a Bogotá en su máxima expresión de ser.  La séptima, además, es un lugar turístico para sus visitantes e incluso para sus habitantes, quienes desde hace décadas han convertido el recorrido de esta carrera en una actividad cotidiana; ya sea para compartir un buen café, una charla o un momento familiar.

El Septimazo, lugar de encuentro, de intercambio cultural, lugar de esparcimiento; uno de los mejores planes de escape para una capital que apunta a la modernidad, resaltando su valor social y significativo para Bogotá. Nos encontramos con un recorrido lleno de música, artistas, artesanos, comercio y diferentes eventos que hacen este camino sea aún más interesante.

¿Acaso no vale la pena vivirlo, al igual que todas las riquezas y la diversidad cultural de nuestro país?

 

Ya bien como decía Napoleón Bonaparte “Quien no conoce su historia, está condenado a repetirla”.