Que bella su sonrisa en el atardecer mientras pedaleaba.
Mientras se estremecía su cuerpo por el ruido de los autos
y los motores de las motos con la velocidad de las volquetas
y el aire acariciaba sus blancas mejillas,
su ropa poco cómoda seguía el movimiento de su piel hacia las manecillas del reloj,
como corre la vida, como llegan los momentos
y como detenemos los instantes,
así de inesperado es el destino,
se arriesga en todo momento algo.
Quería respirar junto a ella.
Y lo logré,
deseando que el día no terminara, que el sol me dejara sin luz.
También he pedido que se desvanezca de mí,
del espacio y aún del tiempo.
Qué largo ha sido pero no me ha tenido paciencia la vida,
quiere que esto sea algo diferente.
¡O no existe...!
O nunca existió para este plano, este mundo tan perdido.
En donde quiero ver la Luz.
¡Maldita!
La tinta que aún quiere escribir tú nombre en este papel.
Aunque mis dedos prefieren no hacerlo.
No rendir en el sustento de este pensamiento.
Que injusto que las cuerdas de la guitarra sigan sonando,
sin poder llenarlas de letras.
Como tiene que llamarse aquel sentimiento,
que con respeto evito dañar.
Ya que un paso en falso lo llevaría al olvido,
lo siempre deseado en mí.
Tras las caídas que me ha de seguir enseñando.
Para valorar, para respirar,
para saltar, para vivir,
para dar biela sin tener que pensar en ti.
Así hablara con su aura tono violeta,
no me entendería,
porque su cuerpo se encuentra ciego,
al ras de la desesperación,
así de desubicada como le conocí.
Sin riendas de su vida,
cambiamos nuestros vicios,
creemos que estamos mejor porque ya no estamos en la misma situación
y tan triste es…
Que solo cambiamos las fichas de color.
Pero no de figura.
Por una sensación, por otra.
Por eso creo en los lindos cambios constantes de la vida
y sin detenerme tanto en lo que no deja fluir,
de lo que no te deja ser libre.
Aunque ni mis tiempos concuerdan en mi escritura
ya que a veces pierden la cordura.
Las noches se han vuelto largas,
mi cama no está cómoda
y mis ojos no se quieren cerrar.
Mucho menos mi alma dormir.
Ya que este olvido es el que me hace escribir.
Fue muy poco tiempo cuando ya quería enredarme en lo suave de sus labios, sus latidos y la mirada nerviosa.
Como se organizan las líneas de la vida. Así quiere que nos encontremos. Cada alma junto a su nota musical, al gesto del color del pelo, lo nuevo que te agrada.
Será algo breve y conciso. La vida nos seguirá esperando cada mañana, amor y PAZ.